El Performance como herramienta terapéutica en pacientes psiquiátricos. Gustavo Alvarez Lugo
El Performance como herramienta terapéutica en pacientes psiquiátricos
Gustavo Alvarez Lugo
Presentación
La presente ponencia se origina del “taller de performance” que se realizó como parte de las actividades de Hospital Parcial, mismo que es un servicio del Centro Estatal de Salud Mental en Saltillo, Coahuila, México; cuyo objetivo principal es propiciar la rehabilitación psicosocial en el paciente, mediante diversas actividades psicoterapéuticas encaminadas a potencializar sus capacidades intelectuales y emocionales .
El presente proyecto es una propuesta de trabajo de mejora continua en el servicio de Hospital Parcial mismo que se ha venido realizando de manera contínua el primer taller dio inicio a principios del mes de Agosto del 2005 y culminó el 30 de septiembre del mismo año, con la presentación de acciones performativas a las que se titulo “Los otros y nosotros” ; el segundo taller inicio en mayo del 2007 y finalizó en junio con la presentación de acciones con el titulo de “Acciòn insitu”.
Esta actividad se realizo con un grupo de pacientes que padecen una enfermedad mental y que actualmente acuden al programa de Rehabilitación Psicosocial; cada taller tuvo una duración de dos meses, trabajando una vez a la semana en sesiones de tres horas.
Es un abordaje flexible en donde se trabaja con pacientes diagnosticados en su mayoría con esquizofrenia, además de transtorno bipolar y depresión entre otros. Utilizando un modalidad ecléctica con psicoterapia de apoyo, terapia mas directiva orientada a buscar el insight y la conciencia de enfermedad.
La intención es continuar de forma permanente con este taller que ha demostrado un efecto terapéutico en la rehabilitación psicosocial ya que el paciente se abre y aborda al mundo desde otra perspectiva y lo motiva desarrollarse en diferentes formas de tratamiento y actividades terapéuticas.
Factores para considerar al performance como herramienta terapeútica:
Consideramos el performance como una fuerza develatoria, capaz de dar a las vivencias del paciente forma y contenido; como una vía que acude que incita a integrarse en lo que se quiera plasmar, ampliando la noción de lo percibido y lo vivido, dando entrada a la manifestación plena y sin limitaciones; en donde quienes lo experimentan explorarán en el recuerdo, la experiencia y todo aquello que vaya formando nuestro mundo significativo para la conformación final de su pieza, ya que solo esta en juego el mundo del creador y el material con que cuenta para expresarse, su cuerpo.
Así en esta primera etapa invitamos al paciente a recurrir a esos recuerdos producto de su experiencia, la propuesta a trabajar será netamente elaborada por ellos, desde que el hecho vivencial que elige para la elaboración de la pieza performativa, así cada uno va planteando propuestas para dar el marco general de la acción. De esta manera tenemos un elemento primordial dentro de este proceso , ahora contamos de manera palpable con aquello que el paciente desea hacer explícito, utilizándolo como materia prima de lo que será su acción final, sabemos de cierta manera que este hilo conductor es lo que sustenta la acción performativa del paciente.
Para lograr esto sugerimos partir del concepto multisensorial de todo ser humano y como tal al realizar sus actividades cotidianas pone en juego todos sus sentidos de donde obtiene la mayor información que conforma su experiencia; los sentidos se nos muestran como vías de acceso a la comprensión del medio y de si mismo.
Este es otro elemento que trabajamos con el paciente , ya que a menudo debido a los fármacos administrados se convierten en autómatas que actúan por puro reflejo, olvidando ese factor sensual que poseemos, mediante ejercicios de estimulación se trabaja esta fase perceptiva con respecto al entorno , como podemos sustentar el afuera , de manera que llega a nosotros mediante nuestros sentidos, así exploramos cada uno de estos para concientizar que cada uno puede ser ocupado durante la piezas elaboradas, además de hacer el hincapié en que contamos con la posibilidad de entender el afuera por estas vías.
El Hombre se encuentra en un mundo de significación intencional y no meramente causal, así es la capacidad de percibir algo, está en el nervio de nuestro ser y de ser en el mundo; y es la interrelación entre la intencionalidad del sujeto y del objeto donde se origina el significado.
Explorar la capacidad de los sentidos de los que disponemos a través de nuestra relación entre nuestro cuerpo y el espacio; para encontrar un equilibrio propio entre ellos, entre uno y los demás, y por lo tanto el espacio del otro; todo ello nos hace ser creadores de nuestra propia comunicación y poder elaborar con ella un diálogo más accesible con la otredad.
Conocemos a través de nuestro cuerpo y parte de este conocimiento se expresa, de modo que esta expresión muy a menudo tiene una intención comunicativa, la comunicación es un juego de nuestro cuerpo en conexión con nuestros sentidos; el cuerpo es eminentemente un espacio expresivo, es el origen de todas las demás expresiones, es lo que proyecta las significaciones, dándoles un lugar.
La expresión de las personas es su propia vida y es por la expresión, que llegamos a un mejor conocimiento de los demás y asimismo los demás llegan a nuestro cuerpo.
Buscamos con esto que los pacientes creen acciones que más allá de una intención comunicativa, se vea sustentada en un hecho expresivo, en el que se juega la importancia de lo que nos quieren contar y como lo quieren contar, ejecutando acciones que vayan más allá de los requerimientos estéticos y clínicos, previendo al paciente de un espacio autónomo, su espacio, efímero sí ,pero lleno de emotividad y sentido para cada uno de ellos, así no importa que haga, pues es de ellos y solo lo será por unos momentos por lo tanto disfrutan el momento de ver de tú a tú sin estigmas externos.
Aquí hablamos de la posibilidad de crear espacios como heterotopías, contémplese esto desde el sentido que daría Michael Foucault, cuando menciona que estos lugares son aquellos que están fuera de todos los lugares, aún cuando se puede indicar su localización en realidad, similar a la experiencia del espejo, como un espacio virtual que se abre detrás de la superficie, hay una conexión entre lo real y lo irreal.
Cuando pretendemos llegar a la propuesta de una acción performativa por cada paciente, y esto se piensa en mostrarlo, se esta realizando en ese momento la construcción de una heterotopía, y esto funciona como un espacio virgen que el paciente se da cuenta de su existencia, y que le da la oportunidad de volver cuando el lo desee, ya que al momento de exponer su pieza se puede observar lo que es, quiere y necesita; curiosamente sin necesidad de una exhibición que obedezca al deber ser, al rito terapéutico, al trato de enfermo; ya que este nuevo espacio no es un artificio propio del exterior sino muy por el contrario es una elaboración autónoma, así irrumpe en el espacio cotidiano; cuando cada paciente presenta su acción, cuando la realiza y la ejecuta, desde el principio en los espectadores hay una zozobra de que estamos en otro espacio; se desarrolla el sentimiento de que ese es el espacio de él y eso no nos incumbe se nos deja claro que solo podemos ser espectadores y que podremos participar solo en la medida que el ejecutante lo requiera. El paciente se da cuenta de este momento, ya que puede sentir de principio a fin como deja de ser un subordinado, muy por el contrario se insubordina a todos los presentes incluso consigo mismo.
Creemos que la elaboración de estos espacios proveen al paciente de un anclaje hacia lo que sienten, recuerdan y han experimentado, mediante su cuerpo dentro del espacio transitorio producto de lo que muestran, así crean su lugar, su locación, su lugar, suyo al fin y al cabo suyo.
Así el performance resulta importante debido a que por medio de él, podemos tener acceso a ese mundo de la creación, mismo que en algún momento sentimos vedado, como si fuera propio de iluminados; de manera que se crea el ambiente propicio para que cualquiera que se quiera aventurar, adquiera las armas correctas para lograr romper con esquemas preestablecidos y encontrar la vía para acceder al proceso creativo; mientras sucede esto, por otra parte lo vamos desmitificando, pues nos muestra que cualquiera puede recurrir a él, de modo que se clausura esa parte de iluminado que supuestamente debe de tener todo creador.
Sin duda el cuerpo se encuentra en el centro de la acción, no podríamos vernos inmiscuidos dentro de la acción sin un cuerpo, tal vez seríamos espectadores de ella pero no promotores de la misma; el cuerpo nos da ese poder, el de interferir en la acción, ser generador y parte de ella.
El arte-acción o performance, no se salva a esto, sino que su realce en él es aún mayor, no podríamos pensar en él sin el cuerpo presente ya que en otras manifestaciones se puede dar por entendido que ahí está el cuerpo, en la fotografía tradicional se puede ver casi con precisión el momento en que me situé frente a tal acontecimiento para retratarlo, o bien el momento en que las manos pasaron sobre la escultura; esto me lo puedo imaginar por que sin duda cada obra tiene la capacidad de evocar al cuerpo; de manera que se da más una ausencia que presencia.
En el caso del performance, no es de esta manera, no hay resquicio alguno para que se imagine al cuerpo, pues en este lugar es imprescindible, ya que es el actor principal de la obra, mejor dicho, él no solo es el creador de la obra, sino la obra misma; de ahí el lugar preponderante que tiene.
Creemos que cada uno de los pacientes se confronta al hecho de que hacer con su cuerpo, de como utilizarlo bajo la premisas de algo que quieren mostrar, de esta manera acuden a lo que irreductiblemente cargamos y que ahora tienen la posibilidad de utilizarlo para manifestar su presencia, se contemplan como un cuerpo activo, en acción, y que los obedece, por unos momentos no dependen del afuera que les predetermine que hacer y como hacerlo, se dan cuenta de ello, del poder corpóreo que habita en cada uno de ellos.
A través del tiempo podemos observar que utilizar el cuerpo puede convertirse en un acto de transgresión, como un medio que cuestiona que pregunta que exige, y sino se le da respuesta entonces va más allá del límite establecido, por que no se conforma, de manera que en ocasiones tiende a encontrarse en el lado extremo desde la marginalidad para hacerse ver, le preocupa gritar para hacerse sentir, para denotar por medio del cuerpo y la acción aquello que nos hace vivir y/o que nos inconforma.
La acción alberga en sus entrañas una triada indisoluble en esta manifestación, me refiero al tiempo-espacio-movimiento; de manera que mi cuerpo se encuentra en ella, cuando realizo una acción tengo que mediar con el lugar donde la realizo, con la duración, y la manera como deambulo en él o sobre él, se vive una catarsis expiatoria donde el sentido aparente se oculta, tal vez por que nos enfrentemos al momento puntual de la creación, de la expresión visceral cruzada por una leve conciencia, llamada premeditación, y es que así es el performance, una carga volitiva, que espera desprenderse de nosotros utilizando a nuestro cuerpo.
Por último cabe mencionar que utilizar el performance para estos fines, puede resultar para algunos puristas críticos de arte, como ajeno, pues consideran que el arte solo podía ser aplicable por aquellos que dominaran el ambiente técnico e incluso que contaran con un adiestramiento académico, de manera que solos unos pocos podían ser los portadores del arte acción; poco a poco se ha librado un combate contra esta postura discriminatoria; pues esto eliminaba de entrada la postura universal del mismo arte.
Se confía en el performance como un generador de nuevos procesos al interior de la sociedad, propio de todo aquel que desee participar en el acto creativo sin importar que no cuente con una supuesta condición (impuesta por la sociedad o el gremio de los artistas) para utilizar cualquier medio expresivo.
A mi parecer el uso del performance no debe de asociarse con una moda, como algo de vanguardia propio de la posmodernidad, aunque gracias a la elite artística snob, pueda parecer totalmente lo contrario; me parece el momento adecuado para regar la cultura performativa y librarla de todo ese embalsamiento de presunción, para dejarla desnuda, y entonces ahí vemos el arte-acción desprovisto de toda esa parafernalia ornamental que da la tecnología y la pretensión barata, creo pues importante acercarse al performance precisamente desde esta visión, como medio accesible de expresión acortando distancia, y encontrando vías para acceder a él.
Artist: Gustavo Alvarez Lugo.
Contact Name: Musgus.
Country:México.
E-Mail: diabolo_666mx@yahoo.com
Gustavo Alvarez Lugo, también conocido por su alter ego Musgus, nació en la Ciudad de México en 1973, ahora radica en el norte de México, Saltillo, Coahuila; estudio la licenciatura de antropología social y se especializo en antropología visual. El comenzó sus actividades performativas en el año 2001, haciendo performance en áreas públicas urbanas, para después participar en varios circuitos y festivales. Se interesa por la enseñanza del performance principalmente para grupos marginados, estableciendo talleres con portadores de VIH, pacientes diagnosticados con esquizofrenia, pacientes terminales, jóvenes en situación de riesgo y convictos. Prefiero realizar las piezas al aire libre como forma de llevar el arte acción fuera del museo o de la galería, demostrando que puede existir más allá de sus paredes; creando con esto la posibilidad de obrar recíprocamente con el traseúnte común, causando "el espectador insospechado". De esta manera cada pieza resulta ser un acto provocativo, donde ningún cuerpo sabe que le espera, quedando el sentido a la expectativa provocada entre el ejecutante y el espectador, naciendo una coodependencia para llevar hasta sus límites el trabajo. Por otra parte el espacio abierto ofrece la oportunidad de aumentar la variedad de herramientas para la creación de piezas performativas, así como la dirección libre del espacio.
Gustavo Alvarez Lugo
Presentación
La presente ponencia se origina del “taller de performance” que se realizó como parte de las actividades de Hospital Parcial, mismo que es un servicio del Centro Estatal de Salud Mental en Saltillo, Coahuila, México; cuyo objetivo principal es propiciar la rehabilitación psicosocial en el paciente, mediante diversas actividades psicoterapéuticas encaminadas a potencializar sus capacidades intelectuales y emocionales .
El presente proyecto es una propuesta de trabajo de mejora continua en el servicio de Hospital Parcial mismo que se ha venido realizando de manera contínua el primer taller dio inicio a principios del mes de Agosto del 2005 y culminó el 30 de septiembre del mismo año, con la presentación de acciones performativas a las que se titulo “Los otros y nosotros” ; el segundo taller inicio en mayo del 2007 y finalizó en junio con la presentación de acciones con el titulo de “Acciòn insitu”.
Esta actividad se realizo con un grupo de pacientes que padecen una enfermedad mental y que actualmente acuden al programa de Rehabilitación Psicosocial; cada taller tuvo una duración de dos meses, trabajando una vez a la semana en sesiones de tres horas.
Es un abordaje flexible en donde se trabaja con pacientes diagnosticados en su mayoría con esquizofrenia, además de transtorno bipolar y depresión entre otros. Utilizando un modalidad ecléctica con psicoterapia de apoyo, terapia mas directiva orientada a buscar el insight y la conciencia de enfermedad.
La intención es continuar de forma permanente con este taller que ha demostrado un efecto terapéutico en la rehabilitación psicosocial ya que el paciente se abre y aborda al mundo desde otra perspectiva y lo motiva desarrollarse en diferentes formas de tratamiento y actividades terapéuticas.
Factores para considerar al performance como herramienta terapeútica:
Consideramos el performance como una fuerza develatoria, capaz de dar a las vivencias del paciente forma y contenido; como una vía que acude que incita a integrarse en lo que se quiera plasmar, ampliando la noción de lo percibido y lo vivido, dando entrada a la manifestación plena y sin limitaciones; en donde quienes lo experimentan explorarán en el recuerdo, la experiencia y todo aquello que vaya formando nuestro mundo significativo para la conformación final de su pieza, ya que solo esta en juego el mundo del creador y el material con que cuenta para expresarse, su cuerpo.
Así en esta primera etapa invitamos al paciente a recurrir a esos recuerdos producto de su experiencia, la propuesta a trabajar será netamente elaborada por ellos, desde que el hecho vivencial que elige para la elaboración de la pieza performativa, así cada uno va planteando propuestas para dar el marco general de la acción. De esta manera tenemos un elemento primordial dentro de este proceso , ahora contamos de manera palpable con aquello que el paciente desea hacer explícito, utilizándolo como materia prima de lo que será su acción final, sabemos de cierta manera que este hilo conductor es lo que sustenta la acción performativa del paciente.
Para lograr esto sugerimos partir del concepto multisensorial de todo ser humano y como tal al realizar sus actividades cotidianas pone en juego todos sus sentidos de donde obtiene la mayor información que conforma su experiencia; los sentidos se nos muestran como vías de acceso a la comprensión del medio y de si mismo.
Este es otro elemento que trabajamos con el paciente , ya que a menudo debido a los fármacos administrados se convierten en autómatas que actúan por puro reflejo, olvidando ese factor sensual que poseemos, mediante ejercicios de estimulación se trabaja esta fase perceptiva con respecto al entorno , como podemos sustentar el afuera , de manera que llega a nosotros mediante nuestros sentidos, así exploramos cada uno de estos para concientizar que cada uno puede ser ocupado durante la piezas elaboradas, además de hacer el hincapié en que contamos con la posibilidad de entender el afuera por estas vías.
El Hombre se encuentra en un mundo de significación intencional y no meramente causal, así es la capacidad de percibir algo, está en el nervio de nuestro ser y de ser en el mundo; y es la interrelación entre la intencionalidad del sujeto y del objeto donde se origina el significado.
Explorar la capacidad de los sentidos de los que disponemos a través de nuestra relación entre nuestro cuerpo y el espacio; para encontrar un equilibrio propio entre ellos, entre uno y los demás, y por lo tanto el espacio del otro; todo ello nos hace ser creadores de nuestra propia comunicación y poder elaborar con ella un diálogo más accesible con la otredad.
Conocemos a través de nuestro cuerpo y parte de este conocimiento se expresa, de modo que esta expresión muy a menudo tiene una intención comunicativa, la comunicación es un juego de nuestro cuerpo en conexión con nuestros sentidos; el cuerpo es eminentemente un espacio expresivo, es el origen de todas las demás expresiones, es lo que proyecta las significaciones, dándoles un lugar.
La expresión de las personas es su propia vida y es por la expresión, que llegamos a un mejor conocimiento de los demás y asimismo los demás llegan a nuestro cuerpo.
Buscamos con esto que los pacientes creen acciones que más allá de una intención comunicativa, se vea sustentada en un hecho expresivo, en el que se juega la importancia de lo que nos quieren contar y como lo quieren contar, ejecutando acciones que vayan más allá de los requerimientos estéticos y clínicos, previendo al paciente de un espacio autónomo, su espacio, efímero sí ,pero lleno de emotividad y sentido para cada uno de ellos, así no importa que haga, pues es de ellos y solo lo será por unos momentos por lo tanto disfrutan el momento de ver de tú a tú sin estigmas externos.
Aquí hablamos de la posibilidad de crear espacios como heterotopías, contémplese esto desde el sentido que daría Michael Foucault, cuando menciona que estos lugares son aquellos que están fuera de todos los lugares, aún cuando se puede indicar su localización en realidad, similar a la experiencia del espejo, como un espacio virtual que se abre detrás de la superficie, hay una conexión entre lo real y lo irreal.
Cuando pretendemos llegar a la propuesta de una acción performativa por cada paciente, y esto se piensa en mostrarlo, se esta realizando en ese momento la construcción de una heterotopía, y esto funciona como un espacio virgen que el paciente se da cuenta de su existencia, y que le da la oportunidad de volver cuando el lo desee, ya que al momento de exponer su pieza se puede observar lo que es, quiere y necesita; curiosamente sin necesidad de una exhibición que obedezca al deber ser, al rito terapéutico, al trato de enfermo; ya que este nuevo espacio no es un artificio propio del exterior sino muy por el contrario es una elaboración autónoma, así irrumpe en el espacio cotidiano; cuando cada paciente presenta su acción, cuando la realiza y la ejecuta, desde el principio en los espectadores hay una zozobra de que estamos en otro espacio; se desarrolla el sentimiento de que ese es el espacio de él y eso no nos incumbe se nos deja claro que solo podemos ser espectadores y que podremos participar solo en la medida que el ejecutante lo requiera. El paciente se da cuenta de este momento, ya que puede sentir de principio a fin como deja de ser un subordinado, muy por el contrario se insubordina a todos los presentes incluso consigo mismo.
Creemos que la elaboración de estos espacios proveen al paciente de un anclaje hacia lo que sienten, recuerdan y han experimentado, mediante su cuerpo dentro del espacio transitorio producto de lo que muestran, así crean su lugar, su locación, su lugar, suyo al fin y al cabo suyo.
Así el performance resulta importante debido a que por medio de él, podemos tener acceso a ese mundo de la creación, mismo que en algún momento sentimos vedado, como si fuera propio de iluminados; de manera que se crea el ambiente propicio para que cualquiera que se quiera aventurar, adquiera las armas correctas para lograr romper con esquemas preestablecidos y encontrar la vía para acceder al proceso creativo; mientras sucede esto, por otra parte lo vamos desmitificando, pues nos muestra que cualquiera puede recurrir a él, de modo que se clausura esa parte de iluminado que supuestamente debe de tener todo creador.
Sin duda el cuerpo se encuentra en el centro de la acción, no podríamos vernos inmiscuidos dentro de la acción sin un cuerpo, tal vez seríamos espectadores de ella pero no promotores de la misma; el cuerpo nos da ese poder, el de interferir en la acción, ser generador y parte de ella.
El arte-acción o performance, no se salva a esto, sino que su realce en él es aún mayor, no podríamos pensar en él sin el cuerpo presente ya que en otras manifestaciones se puede dar por entendido que ahí está el cuerpo, en la fotografía tradicional se puede ver casi con precisión el momento en que me situé frente a tal acontecimiento para retratarlo, o bien el momento en que las manos pasaron sobre la escultura; esto me lo puedo imaginar por que sin duda cada obra tiene la capacidad de evocar al cuerpo; de manera que se da más una ausencia que presencia.
En el caso del performance, no es de esta manera, no hay resquicio alguno para que se imagine al cuerpo, pues en este lugar es imprescindible, ya que es el actor principal de la obra, mejor dicho, él no solo es el creador de la obra, sino la obra misma; de ahí el lugar preponderante que tiene.
Creemos que cada uno de los pacientes se confronta al hecho de que hacer con su cuerpo, de como utilizarlo bajo la premisas de algo que quieren mostrar, de esta manera acuden a lo que irreductiblemente cargamos y que ahora tienen la posibilidad de utilizarlo para manifestar su presencia, se contemplan como un cuerpo activo, en acción, y que los obedece, por unos momentos no dependen del afuera que les predetermine que hacer y como hacerlo, se dan cuenta de ello, del poder corpóreo que habita en cada uno de ellos.
A través del tiempo podemos observar que utilizar el cuerpo puede convertirse en un acto de transgresión, como un medio que cuestiona que pregunta que exige, y sino se le da respuesta entonces va más allá del límite establecido, por que no se conforma, de manera que en ocasiones tiende a encontrarse en el lado extremo desde la marginalidad para hacerse ver, le preocupa gritar para hacerse sentir, para denotar por medio del cuerpo y la acción aquello que nos hace vivir y/o que nos inconforma.
La acción alberga en sus entrañas una triada indisoluble en esta manifestación, me refiero al tiempo-espacio-movimiento; de manera que mi cuerpo se encuentra en ella, cuando realizo una acción tengo que mediar con el lugar donde la realizo, con la duración, y la manera como deambulo en él o sobre él, se vive una catarsis expiatoria donde el sentido aparente se oculta, tal vez por que nos enfrentemos al momento puntual de la creación, de la expresión visceral cruzada por una leve conciencia, llamada premeditación, y es que así es el performance, una carga volitiva, que espera desprenderse de nosotros utilizando a nuestro cuerpo.
Por último cabe mencionar que utilizar el performance para estos fines, puede resultar para algunos puristas críticos de arte, como ajeno, pues consideran que el arte solo podía ser aplicable por aquellos que dominaran el ambiente técnico e incluso que contaran con un adiestramiento académico, de manera que solos unos pocos podían ser los portadores del arte acción; poco a poco se ha librado un combate contra esta postura discriminatoria; pues esto eliminaba de entrada la postura universal del mismo arte.
Se confía en el performance como un generador de nuevos procesos al interior de la sociedad, propio de todo aquel que desee participar en el acto creativo sin importar que no cuente con una supuesta condición (impuesta por la sociedad o el gremio de los artistas) para utilizar cualquier medio expresivo.
A mi parecer el uso del performance no debe de asociarse con una moda, como algo de vanguardia propio de la posmodernidad, aunque gracias a la elite artística snob, pueda parecer totalmente lo contrario; me parece el momento adecuado para regar la cultura performativa y librarla de todo ese embalsamiento de presunción, para dejarla desnuda, y entonces ahí vemos el arte-acción desprovisto de toda esa parafernalia ornamental que da la tecnología y la pretensión barata, creo pues importante acercarse al performance precisamente desde esta visión, como medio accesible de expresión acortando distancia, y encontrando vías para acceder a él.
“Transitemos de la pasividad a la acción creativa”
Artist: Gustavo Alvarez Lugo.
Contact Name: Musgus.
Country:México.
E-Mail: diabolo_666mx@yahoo.com
Gustavo Alvarez Lugo, también conocido por su alter ego Musgus, nació en la Ciudad de México en 1973, ahora radica en el norte de México, Saltillo, Coahuila; estudio la licenciatura de antropología social y se especializo en antropología visual. El comenzó sus actividades performativas en el año 2001, haciendo performance en áreas públicas urbanas, para después participar en varios circuitos y festivales. Se interesa por la enseñanza del performance principalmente para grupos marginados, estableciendo talleres con portadores de VIH, pacientes diagnosticados con esquizofrenia, pacientes terminales, jóvenes en situación de riesgo y convictos. Prefiero realizar las piezas al aire libre como forma de llevar el arte acción fuera del museo o de la galería, demostrando que puede existir más allá de sus paredes; creando con esto la posibilidad de obrar recíprocamente con el traseúnte común, causando "el espectador insospechado". De esta manera cada pieza resulta ser un acto provocativo, donde ningún cuerpo sabe que le espera, quedando el sentido a la expectativa provocada entre el ejecutante y el espectador, naciendo una coodependencia para llevar hasta sus límites el trabajo. Por otra parte el espacio abierto ofrece la oportunidad de aumentar la variedad de herramientas para la creación de piezas performativas, así como la dirección libre del espacio.