Apuntes para una teoría de la Polipoesía. Xavier Sabater

Apuntes para una teoría de la Polipoesía
Xavier Sabater

Intro-lnducción

La época actual está caracterizada por el cambio social, político, espiritual y creativo. Deviene pues, en una cierta mezcla de confusiones en la que la norma "todo vale" es aprovechada al máximo por todo tipo de creadores, y algunos queno lo son. Al mismo tiempo, se abren nuevos caminos y se configuran nuevas técnicas, también se reconsideran, desde perspectivas actuales, anteriores movimientos creativos que parecían agotados. Así, se mezclan, dentro del panorama poético, ideas que van desde el uso que los futuristas hacían de la fonética, hasta las infinitas posibilidades de la locura electrónica aplicada a la voz.

Crisis de la Poesía a finales de los ochenta

Debemos empezar diciendo que prácticamente desde siempre, la poesía ha estado en crisis, sobreviviendo en círculos espirituales cerrados. Aunque esto también ocurre en cualquier otra parcela creativa y lo podemos considerar normal.

Para comprender la crisis de finales de los ochenta, debemos remontarnos a principios de siglo y echar una mirada a lo que ocurría entonces. Nos encontraremos con una serie de movimientos creativos como el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo, que, con una fuerza y claridad de ideas inéditas hasta entonces, convulsionaron el mundo del arte y también de la poesía. Todo esto se inició el pasado siglo con los románticos; Rimbaud, Baudelaire, Byron, etc., pero es con los futuristas cuando la cosa madura. La radicalización en los poetas los lleva (siempre) a buscar nuevas formas expresivas; gráficas, fonéticas, sonoras, electrónicas, musicales, performáticas, etc. Después también hubo otros movimientos creativos, como Dada o el surrealismo, la fuerza de todos ellos se proyecta inevitablemente hasta nuestros días.

A pesar de lo anterior, después de los setenta, la cosa ya no es tan lúcida y desaparecen los planteamientos creativos o radicales que se habían desarrollado hasta este momento, siendo sustituidos por poéticas del bienestar o consumistas, también otras, estúpidamente escépticas ante la vanguardia, que se escudan en un lenguaje sumamente elaborado, pretendidamente culto e inevitablemente petulante. Esta situación provoca que la poesía y los poetas entren en una crisis nunca acontecida en el terreno de la poética. Después de la II guerra mundial, los poetas pierden el ritmo del siglo y divagan entre concursos o ideas demasiado intelectuales para lo que le conviene a la poesía. Otros se alcoholizan, es como si existiera la certeza de los valores acabados y el vacío espiritual. Sólo una cosa parece tener sentido: el rock. Las letras de la música rock se nutren de la poesía. Hace falta, por lo tanto, ir a la música o a donde sea para encontrar ideas que den sentido al trabajo poético en los tiempos actuales. Es evidente, pues, una huida hacia adelante, huida que nos acerque a la gente, al público, pero de esto muy pocos se dan cuenta.

La crisis de los ochenta, es muy triste y al mismo tiempo, poco complicada. Ocurre, a fin de cuentas, que los poetas no saben conectar con la realidad: sus poéticas resultan demasiado intelectuales y literarias, absurdamente postmodemistas y, por descontado, nadie les hace caso. Así son las cosas en este país.

La Tecnología y la lnteracción de las Artes

Toda sociedad tiene el arte que su tecnología le permite y su cultura es tanto más refinada cuanto más se perfecciona su capacidad de matar. Falta otra máxima: el arte es tan absurdo como estúpida es la sociedad que lo produce.

Así, no es extraño que la música empezase golpeando un tronco vacío, después un tambor y más tarde se pasase a la batería. Claro que la cosa no acaba aquí. Podríamos hablar de cajas de ritmos, secuenciadores, ordenadores y otros aparatos que, afortunadamente, están a disposición de todo el mundo.

Pasa lo mismo con todas las cosas, se comienza por pintar con arena las paredes de una cueva, más tarde lo hacen sobre una tela con pigmentos más elaborados y se acaba haciendo imágenes plásticas con vídeo o computer art. Bueno, me equivoco, no se acaba aquí, sino que aquí se empieza de nuevo una vez más.

Los escultores ya no producen esculturas, sino que hacen instalaciones. ¿O quizás no tienen nada que ver las unas con las otras? ¿Y la performance? ¿Qué me dicen de la performance? Bien, también podríamos hablar de Intermedia, de Multimedia, de lnteracción, de Mestizaje, de No-Arte Total, de Polipoesía, por supuesto.

Así están pues las cosas. Todo se modifica y cambia, el pasado influye, pero no demasiado, y sólo a efectos útiles. Otras formas de arte han perdido el respeto de los creadores actuales, los cuales abandonan el formalismo y, embarcados en el barco de la tecnología, se lanzan a explorar nuevos recursos, los poetas descubren la polipoesía en esas aventuras.

De hecho, a finales de los ochenta, el panorama poético es desolador. La actitud conjunta de los poetas, críticos, editores, catedráticos, instituciones, mercaderes culturales y prensa también, todos encerrados en conceptos caducos, excesivamente formales y, a fin de cuentas, vacíos, hacen que el público se aleje de la poesía escrita y que ésta sólo consiga sobrevivir entre la mediocridad y el desinterés general. Tienen la culpa, como hemos comentado, estos poetas que se aplauden a sí mismos, los críticos que no saben de qué va la cosa, los editores que sólo valen para hacer betsellers, los catedráticos de la lengua que miran el pasado y no ven el presente. El público, por otra parte, es el único que aún mantiene la sensibilidad poética y encuentra la poesía en el teatro, el cine, la música, el vídeoarte, la performance o allí donde esté, pero no en la poesía tradicional.

Cabe destacar la actitud de algunos poetas actuales que, reflejados y endiosados en sí mismos y sin ningún tipo de autocrítica, dirigen amargos reproches al público por el poco caso que este les hace. No se dan cuenta de que la imagen que ellos dan de la poesía es triste, tonta y aburrida. Parece que la poesía se haya parado con Lorca y Machado, o al menos es lo que algunos pretenden.

Bases para caminar

Futurismo, dadaísmo, surrealismo, beatnicks, poetas sonoros franceses, situacionistas, fluxus, infrarealistas, visuales, concretos, conceptuales, mail artistas, contracultura, rock y la tecnología son los acontecimientos que desde el espíritu se proyectan hacia nosotros y aún nos turban. El ejemplo de estos, nos obliga a investigar y buscar nuevas técnicas que no han sido todavía suficientemente desarrolladas. Estas técnicas o maneras, innovadoras o rupturistas, al rechazar las ideas imperantes iniciaron un camino que hoy día se desarrolla plenamente y provoca que la poesía actual adquiera posibilidades y maneras más amplias, como se sabe: fonética, visual, gráfica, objetual, concreta, sonora, electrónica, audio, gestual, de acción, performántica, brutal, informal, videopoesía, ciberpoesÌa, etc. de todo esto se nutre un poco la polipoesía.

¿Poesía o Polipoesía?

Después de todo lo que se ha comentado, no es de extrañar que algunos poetas hagan y establezcan coordenadas poéticas propias y desligadas de toda referencia al pasado. El presente, como se ha dicho, abre nuevas puertas y no hay demasiado tiempo para mirar hacia atrás. Así, nos encontramos con poetas que no se limitan sólo a escribir poesía, sino que la prolongan en todos sus aspectos, tienen en cuenta su musicalidad, la luz que el poema necesita, la entonación más apropiada, si ha de ser recitado a una o varias voces, si estas voces han de ser tratadas con ecos o mediante racks de efectos electrónicos o si el poema requiere otros medios, sean del tipo que sean. El poema no se acaba aquí, ¿será gestual?, ¿tendrá algún tipo de interpretación especial?, ¿será ésta en clave performántica? De hecho, hacer poesía o polipoesía, que es el término más apropiado, llega a ser bastante complicado, pero en todo caso resulta muy divertido.

El poeta se encuentra a veces con ocasiones sublimes, terrenos inexplorados en los que el espíritu vuela, salta y y tropieza con una musa inesperada. Qué importan entonces los antecedentes futuristas, dadaístas, concretos, sonoros, visuales y otros (aunque hayan tenido tanto que ver). Hoy nos encontramos con la posibilidad de trabajar con cualquier técnica; así mismo, las posibilidades que se abren a la polipoesía obligan al poeta a inventarse nuevos recursos y enfocar el poema bajo una auténtica labor de producción. Parece que el poeta ya no hace poemas, sino que hace una película o una perfomance. Cabe decir que la polipoesía resulta descafeinado en soporte de libro, disco, cassette o videoclip. Todo su sentido, toda su fuerza como mejor se materializan es en directo y en contacto con el público o con la gente. Instinto social.

Tendencias, estilos y poetas

Valdría comentar algunas de las corrientes más activas de la polipoesía en España, como antecedentes cabe citar a Albert Subirats, fallecido a inicios de los 90, siempre olvidado y poco reconocido por los estudiosos, aunque desde el año 73 es conocido por algunos poetas. También Antón lgnorant ha hecho una obra muy interesante en el campo de la poesía electrónica y performántica. Otros son Carlos Romero, Enric Casassas, Jordi Pope, Josep Ramón Roig, Carles Hac Mor, Xavier Canals, J.M. Calleja, Rosa Grau, Flautus Voicis Trío, etc. todos ellos trabajan el tema con resultados muy curiosos y gratificantes, a pesar de que lo hacen desde condiciones, en algunos casos, muy underground. Quien esto escribe también tiene su historia dentro del tema, con mi participación en las desaparecidas formaciones de polipoesía llamadas Poliphonética Dinámica (que contaba también con la presencia de Anton lgnorant y Manel Cañete), y otras agrupaciones como el Laboratorio Informal de Actividades Diversas, la Sección de Investigaciones Sin Sentido, Il.logic Art Company y LA PAPA (Performers, Artistas y Poetas Asociados), pero todo ello es demasiada historia para hablarlo aquí.

Es de destacar también la labor de otros poetas que si bien no se acercan tanto al campo de la polipoesía, su labor puede confundirse fácilmente con ella, son: Javier Maderuelo; Carles Santos, Anna Ricci, Fernando Millán, Llorenç Barber y Bartolomé Ferrando, entre otros.

Finito

Debo decir que este trabajo debería haber sido mucho más amplio, es evidente que hay algún olvido y que las ideas aquí esbozadas son unos simples apuntes que han de profundizarse, pero esto lo dejaremos para otro momento o para estudiosos de la poesía.


Texto extraído de:
http://www.poesiavisual.com.ar